miércoles, 25 de octubre de 2017

Polisacaridos no digestibles de los alimentos: Celulosa y Pectinas

LA CELULOSA


La celulosa es otro polisacárido que comúnmente se encuentra en los alimentos. La celulosa proporciona una cubierta protectora y le da estructura a las frutas y verduras y a sus semillas. Le da a los alimentos una textura crujiente y no puede ser digerido en el cuerpo. Sin embargo, la celulosa actúa como fuente de fibras, añadiéndole volumen a las heces y ayudando a mantener los procesos digestivos normales. Muchas frutas y verduras contienen celulosa, incluso en las pieles de las manzanas y las peras, en la cubierta de granos enteros como el salvado de trigo y en las hojas de plantas como la espinaca. Las semillas y frutos secos también contienen celulosa.

LA PECTINA


La pectina es un compuesto que ayuda a formar una sustancia similar a un gel cuando se descompone en el cuerpo. Las fuentes alimenticias que contienen pectina también se conocen como fuentes de fibra soluble. La fibra soluble es beneficiosa para el cuerpo, ya que prolonga el vaciado del estómago, lo que te ayuda a sentirte satisfecho durante más tiempo. Algunos ejemplos de fibra soluble incluyen la avena, los frijoles secos, las nueces, la cebada, las semillas de lino, las naranjas, las manzanas, las zanahorias y la cáscara del plántago ovata.

Almidón

El almidón es el principal polisacárido de reserva de la mayoría de los vegetales, y la principal fuente de calorías de la mayoría de la Humanidad. Es importante como constituyente de los alimentos en los que está presente, tanto desde el punto de vista nutricional como tecnológico. Gran parte de las propiedades de la harina y de los productos de panadería y repostería pueden explicarse conociendo el comportamiento del almidón. 


Además el almidón, aislado, es un material importante en diversas industrias, entre ellas la alimentaria. La técnica para su preparación se conocía ya en el antiguo Egipto, y está descrita por diversos autores clásicos romanos. En esas épocas se utilizaba especialmente para dar sesistencia la papiro, y como apresto de tejidos. Actualmente la industria alimentaria es un gran consumidor, al ser el más barato de los materiales gelificantes. 

A nivel mundial, son importantes fuentes de almidón el maíz, trigo, patata y mandioca. A escala local, o para aplicaciones especiales, se obtiene también almidón de la cebada, avena, centeno, sorgo, sagú, guisante, batata y arrurruz. 

El almidón más importante desde el punto de vista industrial es el de maíz. Al año se utilizan unos 60 millones de toneladas de maíz para fabricar almidón, bien para su uso como tal o como materia prima para la obtención de glucosa y fructosa. 

Polisacáridos constituyentes del almidón

Lo que llamamos almidón no es realmente un polisacárido, sino la mezcla de dos, la amilosa y la amilopectina. Ambos están formados por unidades de glucosa, en el caso de la amilosa unidas entre ellas por enlaces a 1-4 lo que da lugar a una cadena lineal. En el caso de la amilopectina, aparecen ramificaciones debidas a enlaces a 1-6. 
Enlaces a 1-4 entre moléculas de glucosa

La amilosa es una cadena teóricamente lineal, pero en la práctica existen algunas sustituciones iguales a las de la amilopectina, una cada varios centenares de moléculas, que no modifican sus propiedades. El peso molecular de las cadenas de amilosa es del orden de un millón. 
En la amilopectina se encuentran dos tipos de enlace entre las unidades de glucosa, los a 1-4 como en la amilosa, y los a 1-6 que dan lugar a las ramificaciones.
Enlaces en la amilopectina. Las flechas de color rojo señalan los enlaces a 1-4, la de color verde un enlace a 1-6 y la de color azul el extremo reductor terminal.
En la amilopectina, las ramificaciones aparecen cada 20 o 30 glucosas. Las cadenas de las ramificaciones se ramifican a su vez, y aunque la estructura no está totalmente aclarada, parece probable que se encuentren no ramificadas al azar, sino formando una estructura que podríamos llamar "fractal", alrededor de una cadena central, que es la única que tiene un extermo reductor. El resultado son moléculas enormes de un peso molecular entre 10 millones y 500 millones. En algunos almidones, como el de patata, la amilopectina tiene también algunos ésteres de fosfato. 

Tipos de almidón

Los almidones son meclas de amilosa y de amilopectina. En general, los almidones contienen entre el 20% y el 30% de amilosa, aunque existen excepciones. En el maíz céreo, llamado así por el aspecto del interior del grano, casi no existe amilosa, mientras que en las variedades amiláceas representa entre el 50% y el 70%. En el caso de la patata, la presencia de grupos fosfato crea repulsiones entre cargas negativas, lo que facilita la separación de las cadenas y su interacción con el agua. 

Las propiedades tecnológicas del almidón dependen mucho origen, y de la relación amilosa/amilopectina, tanto cuando forma parte de un material complejo (harina) como cuandos e utiliza purificado, lo cual es muy frecuente. Así, el almidón del maíz céreo produce geles claros y cohesivos, minetras que el almidón de arroz forma geles opacos. El almidón de patata (conocido genéricamente como "fécula") y el de mandioca (tapioca) se hidratan muy fácilmente, dando dispersiones muy viscosas, pero en cambio no producen geles resistentes. 

jueves, 12 de octubre de 2017

Carbohidratos



El término "carbohidratos", o "hidratos de carbono" procede de la antigua forma de escribir la fórmula empírica de algunos de los más importantes, como Cn(H2O)n.. Uno de los carbohidratos, la celulosa, es la sustancia orgánica más abundante en el conjunto de los seres vivos terrestres.

Según el resultado de su hidrólisis, los carbohidratos se pueden clasificar "polisacáridos", formados por muchas unidades separables por hidrólisis, "oligosacáridos", formados por unas cuantas unidades, y "monosacáridos", que son las unidades elementales que no producen, por hidrólisis, unidades de tamaño menor. A diferencia de lo que sucede en el caso de las proteínas, en el que no existe un corte nítido entre un polipéptido grande y una proteína pequeña, entre oligosacáridos y polisacáridos naturales existe una división clara. Los oligosacáridos tienen menos de 20 unidades, mientras que los polisacáridos comienzan en los centenares. 



MONOSACÁRIDOS

Los monosacáridos son los glúcidos más sencillos. Son los que con más propiedad pueden ser llamados azúcares, por sus características: cristalizables, sólidos a temperatura ambiente, muy solubles blancos y dulces.
Son los monómeros del resto de los glúcidos, lo cual quiere decir que todos los demás solo se forman por polimerización (unión) de estos.
Podemos nombrarlos de forma genérica atendiendo al número de carbonos que presentan, y poniendo la terminación “–osa”. Así una triosa tendrá tres átomos de carbono y una tetrosa, cuatro. con cinco, seis o siete átomos de carbono están respectivamente las pentosas, las hexosas y las heptosas. las octosas, ocho átomos de carbono, son muy raras.
También hemos de considerar si químicamente tienen un grupo aldehido (aldosas) o un grupo cetona (cetosas).
Combinando los dos criterios anteriores podemos hablar de cetopentosas o de aldohexosas.  Una cetotriosa tendrá, por ejemplo, tres átomos de carbono y un grupo cetónico.

  • No debemos olvidar que los monosacáridos son polialcoholes  que tienen un grupo aldehído o cetona.

PRINCIPALES MONOSACÁRIDOS


  • Triosas: son el D-gliceraldehído y la dihidroxiacetona, cuya importancia se debe a que aparecen en forma fosforilada (con un grupo fosfato) como intermediarios metabólicos en las reacciones de la glucólisis.

  • Tetrosas: Una de ellas, la eritrosa, es un intermediario en el ciclo de Calvin que es empleado por las plantas para sintetizar azúcares a partir del CO2 atmosférico, en la fotosíntesis.

  • Las pentosas de mayor interés son la D-ribosa y su derivado desoxirribosa, que forman parte de los ácidos nucleídos a los que dan nombre (ribonucleico y desoxirribonucleico). La ribosa puede aparecer libre en la orina humana en muy pequeña cantidad, así como la cetosa correspondiente, D-ribulosa, esta, en forma fosforilada, es un importante intermediario metabólico en la etapa oscura de la fotosíntesis, pues es la molécula encargada de fijar el dióxido de carbono que se incorpora en el ciclo de Calvin. También merece la pena señalar la arabinosa. Este monosacárido está presente en la goma arábiga.


  • Las hexosas son los monosacáridos más importantes. Destacan las siguientes:


  • La D-glucosa. Es el azúcar más abundante y la principal molécula que utilizan las células como combustible energético. Se halla libre en los frutos, sobre todo en la uva. En la sangre humana se encuentra en una concentración en torno a 1 g/l. Además, forma parte de otros glúcidos más complejos de los que se obtiene por hidrólisis.

    • La D-galactosa. Es similar a la glucosa, con la que se asocia para formar el azúcar de la leche (lactosa). Es rara en estado libre.

    • La D-manosa.  Es rara en estado libre, pero forma par­te de otros glúcidos complejos en microorganismos. También se encuentra en el antibiótico estreptomicina.

    • La D-fructosa. Es una cetohexosa que se encuentra en estado libre en casi todos los frutos; unida a la glucosa forma el azúcar de caña (sacarosa).

OLIGOSACÁRIDOS

Los oligosacáridos son polímeros de hasta 20 unidades de monosacáridos. La unión de los monosacáridos tiene lugar mediante enlaces glicosídicos, un tipo concreto de enlace acetálico. Los más abundantes son los disacáridos, oligosacáridos formados por dos monosacáridos, iguales o distintos. Los disacáridos pueden seguir uniéndose a otros monosacáridos por medio de enlaces glicosídicos:
  1. si el disacárido es reductor, se unirá a otros monosacáridos por medio del OH de su carbono anomérico o de cualquier OH alcohólico
  2. si no es reductor, se unirá únicamente por medio de grupos OH alcohólicos
Así se forman los trisacáridos, tetrasacáridos, o en general, oligosacáridos. La cadena de oligosacáridos no tiene que ser necesariamente lineal, y de hecho, con mucha frecuencia se encuentran en la Naturaleza oligosacáridos y polisacáridos ramificados.
Se ha establecido arbitrariamente un límite de 20 unidades para definir a los oligosacáridos. Por encima de este valor se habla de polisacáridos.

Los oligosacáridos suelen estar unidos covalentemente a proteínas o a lípidos formando glicoproteínas y glicolípidos.
Los oligosacáridos pueden unirse a las proteínas de dos formas:
  • mediante un enlace N-glicosídico a un grupo amida de la cadena lateral del aminoácido asparagina
  • mediante un enlace O-glicosídico a un grupo OH de la cadena lateral de los aminoácidos serina o treonina.
Los oligosacáridos se unen a los lípidos mediante un enlace O-glicosídico a un grupo OH del lípido. La figura izquierda de la tabla inferior muestra un oligosacárido unido a un fosfolípido. La unión y la estructura del oligosacárido son de tal manera que éste no presenta ningún grupo reductor libre. En la composición del oligosacárido suelen formar parte monosacáridos como: D-glucosa, D-galactosa, D-manosa, N-acetil-D-glucosamina, N-acetil-D-galactosamina, ácido siálico y fucosa.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Enzimas endógenas de los alimentos

ENZIMAS: son sustancias de alta especificidad que permiten que las reacciones biológicas normalmente poco probables se realicen y permiten el continuo movimiento y avance de las reacciones vitales.
Son moléculas de origen proteico cuya estructura le permite ligarse a una clase especifica de compuestos llamados sustratos, modificarlos, permaneciendo ella con la misma estructura una vez se ha finalizado la unión con los sustratos. 

ENZIMAS ENDÓGENASProvenientes de los mismos tejidos alimentarios. Son enzimas producidas por nuestro organismo, se crean a partir de la ingestión de los alimentos, especialmente crudos con la intervención del aire que se respira.

  • Ptialina:

Glándulas Salivales
Actúa sobre los carbohidratos (azucares y almidones) para producir dextrina y maltosa.


  • Pepsina:


Sistema Digestivo
Actúa sobre los alimentos proteínicos y los descompone en aminoácidos.


  • Quimosina:


Sistema Digestivo
Actúa sobre los productos lácteos.
Facilita la coagulación y descompone la caseína en aminoácidos; además metaboliza los minerales de la leche y los envía a la corriente sanguínea.


  • Lipasa:


Sistema Digestivo (páncreas)
Transforma lípidos y lácteos en otros productos.


  • Tripsina:


Región Intestinal y páncreas
Continúa el trabajo digestivo sobre las proteínas para obtener aminoácidos.


  • Esteapsina:


Intestinos
Metaboliza los lípidos de los productos lácteos.

  • Amilopsina:

IntestinosDescompone los almidones de los alimentos.


  • Invertasa:



Intestinos
Metaboliza los carbohidratos de los azucares de la mayoría de los alimentos.


  • Maltasa:


Intestinos
Actúa sobre los cereales y transforma sus carbohidratos en disacáridos y monosacáridos que proporcionan energía.


  • Lactasa:


Intestinos
Actúa sobre el azúcar de la leche y otros azucares y los descompone en monosacáridos que dan energía y vitalidad.

  • Erepsina:

Intestinos
Metaboliza las proteínas de los péptidos de los alimentos a fin de dar lugar a aminoácidos útiles para la construcción y el mantenimiento de los tejidos, internos y externos.

ACCIÓN DE LAS ENZIMAS EN LOS ALIMENTOS
Los efectos de las enzimas sobre los diferentes componentes de los alimentos son múltiples, muchos de ellos son de tipo degradativo, lo cual puede enmascarar los efectos beneficiosos que han desarrollado otras enzimas. 

La mayoría de las enzimas endógenas pertenecen al grupo de las oxidorreductasas y al de las hidrolasas. Las enzimas endógenas pueden producir diversos cambios en los alimentos que podemos agrupar en tres clases:

  • Efectos altamente deseables: relacionados con los factores organolépticos que el consumidor espera al ingerir determinado producto, no solo en alimentos frescos como frutas y verduras, sino también en productos elaborados como el pan. En este grupo encontramos los cambios catalizados enzimaticamente durante: maduración de las frutas, cambios posmorten de la carne, desarrollo de sabores, panificación.



  • Efectos degradativos: conducen al deterioro de los alimentos, entre ellos el enranciamiento de los lípidos debido a la acción de las lipasas y la degradación de los vegetales debido a la acción de las peroxidasas.


  • Disminución en el valor nutricional: algunas enzimas producen la destrucción de nutrientes específicos, tales como: las tiaminazas, la ácido ascórbico oxidasa.

Métodos para disminuir la actividad enzimática endógena de los alimentos

  • Altas temperaturas
  • Temperaturas bajas
  • pH
  • Actividad del agua.


Ejemplos de Cambios en los alimentos por acción de las enzimas

Maduración de las frutas (cambio organoléptico y/o nutricional)
  • En la textura: Asociado con la actividad de la enzimas pecticas que actuan sobre los diferentes componentes peptidicos para transformar polimeros insolubles en agua a polimeros solubles. 
  • En el sabor: Esta relacionado con la actividad de las amilasas que transforman el almidon en azucares.
  • En el color: La clorofila es la encargada de degradar la clorofila para que el color verde de la fruta desaparezca y los colores amarillos y rojos característicos de las frutas maduras aparezcan.

Impacto de las enzimas en la tecnología de alimentos.

Las enzimas intervienen en prácticamente todas las áreas involucradas en la tecnología de alimentos, por lo que se debe aprender a caracterizar y aplicar las enzimas endógenas, a aprovechar su termoestabilidad para asociar su desactivación con tratamientos térmicos y emplearlas como parámetros de control de calidad o simplemnte aprovecharlas como herramienta analítica.




El agua en los alimentos

La actividad de agua de los alimentos está relacionada con su textura y con la proliferación de los microorganismos patógenos...

EL AGUA
Dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno hacen de este compuesto un elemento vital para la vida de cualquier sustancia viva existente en la Tierra. Representa alrededor del 72% de la superficie total del planeta y entre el 50% y el 80% de la masa de los seres vivos. El agua es el compuesto químico primordial e insustituible para los seres vivos y sin ella no sería posible la vida. El ser humano posee un 80% de agua al nacer y entre un 60% y un 70% en la edad adulta. Para un adecuado funcionamiento, nuestro organismo requiere alrededor de tres litros de agua al día para evitar la deshidratación.
Se calcula que la mitad de esta cantidad viene dada por los alimentos, mientras que la otra mitad la debemos conseguir al ingerir líquidos. El agua más conocida es la mineral, compuesta a base de minerales y diversas sustancias disueltas que proporcionan un sabor y un valor terapéutico a la bebida. A menudo, proviene del deshielo y, a medida que desciende, adquiere las sales y los minerales.

El agua mineral siempre se ha bebido de la fuente, mientras que hoy en día es más común que las aguas minerales se embotellen y se distribuyan para su consumo.





El agua, un elemento esencial para la vida, es además uno de los principales componentes de los alimentos y, por sí sola, un factor determinante para su conservación y seguridad. El ataque de los microorganismos es la principal causa de deterioro y su crecimiento está ligado a la cantidad de agua que contiene el alimento.


La actividad de agua (aw) es la cantidad de agua libre en el alimento, es decir, el agua disponible para el crecimiento de microorganismos y para que se puedan llevar a cabo diferentes reacciones químicas. Tiene un valor máximo de 1 y un valor mínimo de 0. Cuanto menor sea este valor, mejor se conservará el producto. La actividad de agua está relacionada con la textura de los alimentos: 

  • a una mayor actividad, la textura es mucho más jugosa y tierna; sin embargo, el producto se altera de forma más fácil y se debe tener más cuidado.


A medida que la actividad de agua disminuye, la textura se endurece y el producto se seca más rápido. Por el contrario, los alimentos cuya actividad de agua es baja por naturaleza son más crujientes y se rompen con facilidad. En este caso, si la actividad de agua aumenta, se reblandecen y dan lugar a productos poco atractivos. En ambos casos, el parámetro de la actividad de agua del alimento es un factor determinante para la seguridad del mismo y permite determinar su capacidad de conservación junto con la capacidad de propagación de los microorganismos.


AGUA Y MICROORGANISMOS
Cuanto menor es la actividad de agua de un alimento, mayor es su vida útil. 

 Cantidad de agua: cantidad total de agua presente en el alimento, aunque puede ser que no esté libre para interaccionar.

 Actividad de agua:  cantidad de agua libre en el alimento y disponible para reaccionar, es decir, la que puede facilitar la contaminación del producto.


DATO!

Los alimentos con baja aw se conservan en óptimas condiciones durante períodos más largos de tiempo. Por el contrario, aquellos cuya actividad de agua es elevada están sometidos a contaminación microbiológica y su conservación es mucho más delicada.
Por esta razón, en alimentos más perecederos se utilizan técnicas de conservación como la evaporación, secado o liofilización para aumentar así su vida útil. La actividad de agua es un parámetro que establece el inicio o final del crecimiento de muchos microorganismos. La mayoría de patógenos requieren una aw por encima de 0,96 para poder multiplicarse. Sin embargo, otros pueden existir en valores inferiores. Algunos hongos son capaces de crecer en valores inferiores a 0,6.


  • aw=0,98: pueden crecer casi todos los microorganismos patógenos y dar lugar a alteraciones y toxiinfecciones alimentarias. Los alimentos más susceptibles son la carne o pescado fresco y frutas o verduras frescas, entre otros.
  • aw=0,93/0,98: hay poca diferencia con el anterior. En alimentos con esta aw pueden formarse un gran número de microorganismos patógenos. Los alimentos más susceptibles son los embutidos fermentados o cocidos, quesos de corta maduración, carnes curadas enlatadas, productos cárnicos o pescado ligeramente salados o el pan, entre otros.
  • aw=0,85/0,93: a medida que disminuye la aw, también lo hace el número de patógenos que sobreviven. En este caso, como bacteria, solo crece S. aureus, que puede dar lugar a toxiinfección alimentaria. Sin embargo, los hongos aún pueden crecer. Como alimentos más destacados figuran los embutidos curados y madurados, el jamón serrano o la leche condensada.
  • aw=0,60/0,85: las bacterias ya no pueden crecer en este intervalo, si hay contaminación se debe a microorganismos muy resistentes a una baja actividad de agua, los denominados osmófilos o halófilos. Puede darse el caso en alimentos como los frutos secos, los cereales, mermeladas o quesos curados.
  • aw<0,60: no hay crecimiento microbiano, pero sí puede haber microorganismos como residentes durante largos periodos de tiempo. Es el caso del chocolate, la miel, las galletas o los dulces.

Controlar la actividad de agua en los alimentos es sinónimo de alargar su vida útil.

  • Al conseguir una disminución de la cantidad total de agua libre, se disminuyen notablemente las probabilidades de contaminación microbiana. No todos los alimentos requieren los mismos cuidados. La miel no precisa cuidados extras; en cambio, alimentos como el pescado poco salado o los frutos secos más húmedos (higos) son más perecederos. En este caso, sí es importante el control de la actividad de agua.
  • Las dos maneras más importantes de reducir la actividad de agua de los alimentos pasan por el secado y la incorporación de sal o azúcar para atrapar las moléculas de agua. El primer método es el más antiguo y, además de secar, también ayuda a formar aromas y sabores típicos en los alimentos procesados con este método. Según el tipo de alimentos, se utiliza uno u otro mecanismo de secado: para alimentos sólidos como vegetales, frutas o pescado, se utiliza el secado con aire caliente; para líquidos como la leche, el secado por aspersión; para mezclas pastosas líquidas, el secado al vacío; y para una amplia variedad de productos, el secado por congelación.
  • Otro método consiste en agregar sal o azúcar a los alimentos. Este no requiere máquinas especializadas, pero sí debe tenerse mucho cuidado durante su procedimiento. Se añade azúcar en las mermeladas o concentraciones de salmuera en las carnes para disminuir la actividad de agua. El producto terminado debe evaluarse para determinar en cifras su actividad de agua.

Introducción a la Bioquímica de los alimentos

LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA DE LOS ALIMENTOS. ALGUNAS NOTAS SOBRE SU DESARROLLO HISTÓRICO.

La preocupación por los alimentos se extiende por todo el mundo aunque bajo aspectos distintos que varían de un lugar a otro. En los países subdesarrollados la mayoría de la población se dedica a la producción de alimentos, no obstante, la obtención de los distintos nutrientes en cantidades adecuadas es un problema permanente. En las regiones desarrolladas la producción de alimentos está muy mecanizada y sólo un pequeño porcentaje de la población se dedica a esta actividad. Se dispone de alimentos en abundancia y en gran parte procesados, siendo corriente el empleo de aditivos químicos. En estos lugares afortunados la preocupación principal por los alimentos es su precio, su calidad, su variedad, la facilidad con que se preparan y los efectos del procesado y de los productos químicos añadidos en su salubridad y en su valor nutritivo.

LA CIENCIA DE LOS ALIMENTOS: es una disciplina que utiliza la las ciencias químicas, físicas, biológicas y la ingeniería para estudiar el origen de los alimentos, las causas de su alteración y los principios en que descansa el procesado de los alimentos.
TECNOLOGÍA DE LOS ALIMENTOS: es la aplicación de la ciencia de los alimentos para la selección, conservación, transformación, envasado, distribución y uso de alimentos nutritivos y seguros destinadas a la modificación de las propiedades de los alimentos tiene su origen en el descubrimiento del fuego. Con él se pudo modificar el aroma y la textura de los alimentos cocinados, introduciendo a la vez un principio de tratamiento antimicrobiano y de conservación.


En los primeros registros históricos, principalmente a civilizaciones mesopotámicas y egipcias, y en sus obras de arte, nos muestran alimentos elaborados como el pan, vino, cerveza, aceite, vinagre y queso estaban ya disponibles varios milenios antes de nuestra era.
También se utilizaban tecnologías como el secado, la cocción, la conservación con sal, etc.

LA ÉPOCA ROMANA
·        se deben las primeras obras escritas de cierta extensión relacionadas con los alimentos, su elaboración y sus propiedades.
·        Desarrollaron molinos giratorios y prensas que se han estado utilizando durante 2.000 años casi sin variaciones.
·        Además difundieron por toda Europa, el cultivo de la vid y la elaboración del vino, además de alimentos nuevos, procedentes de Oriente, como las gallinas, y consecuentemente los huevos y los «ovoproductos».

“DE RE RUSTICA”
Reflejan algunas de las técnicas de conservación de alimentos utilizadas en su época.

“DE RE COQUINARIA”
Obra que detalla los pasos a seguir para conservar carne fresca en vasijas que contenían miel, o una mezcla de vinagre y mostaza o miel con sal, mientras que el primero da recetas para la preparación de la carne de cerdo deshidratada y en
salazón, así como para la fabricación del queso.

PLATINA (1475)
El primer libro impreso sobre procesado de los alimentos.



LA EDAD MEDIA Y EL RENACIMIENTO

•La aparición de la imprenta fue clave, como en todas las facetas del saber humano, en la expansión de los conocimientos sobre las propiedades y sobre la modificación de los alimentos.

EL INFLUJO DE AMÉRICA
·        El continente americano aportó una serie de nuevos productos alimenticios, y en algunos casos también los procesos asociados para su procesado.
·        El chocolate fue unos de los primeros alimentos del Nuevo Mundo en llegar a Europa, pero uno de los últimos en terminar con las propiedades con las que actualmente nos resulta más habitual.


SIGLOS XVII Y XVIII

El mayor aporte del siglo XVII a la Tecnología de los Alimentos es posiblemente el desarrollo por Papin de su famosa marmita (y especialmente de su eficiente válvula de seguridad), que permitía la cocción a presión mayor que la atmosférica, y consecuentemente a temperaturas de más de 100 ºC. Sin embargo, su aparato no tuvo casi trascendencia práctica inmediata. La aplicación propuesta por el inventor, la cocción de huesos, daba lugar a una disolución en agua de gelatina y poco más, casi sin valor nutritivo, en contra de las exageradas Reivindicaciones de su creador.



EL EXAMEN DE LOS MATERIALES ALIMENTARIOS PERMITIÓ EL AISLAMIENTO DE ALGUNOS DE SUS COMPONENTES.
En 1619, Fabrizio Bartoletti aisló la lactosa de la leche. Posteriormente, Glauber aisló la fructosa de la miel y Grimaldi separó el gluten de la harina de trigo.