Los lípidos son moléculas orgánicas que se encuentran
presentes tanto en el tejido animal como vegetal. Estos se pueden clasificar de
acuerdo a sus propiedades físicas y químicas. Teniendo en cuenta estas
propiedades es posible establecer cuales son los beneficios que pueden aportar
los lípidos al organismo.
Si bien los lípidos se pueden clasificar en saturados e
insaturados, es importante conocer cuales son sus propiedades físicas y químicas.
Propiedades físicas de los lípidos
Carácter anfipático
Son aquellos lípidos que contienen una parte hidrófila, es
decir que atrae al agua y otra parte hidrófoba que repele al agua.
Punto de fusión
Esta propiedad depende de la cantidad de carbonos que exista
en la cadena hidrocarbonada y del número de enlaces dobles que tenga esa
cadena. Mayor será el punto de fusión cuanto más energía sea necesaria para romper
los enlaces, es por ello que las grasas saturadas tiene un punto de fusión más
alto que las insaturadas.
Isomería cis-trans
Sólo la poseen los ácidos grasos
insaturados debido a la configuración espacial que adoptan respecto al doble
enlace.
• Configuración cis: Los restos R1 y R2 de la cadena
alifática se sitúan al mismo lado del doble enlace.
• Configuración trans: Los restos R1 y R2 se sitúan en lados
contrarios. La mayoría presentan configuración cis, lo que obliga a torcer la
cadena formando cadenas dobladas o curvadas.
- Esterificación
Es una reacción en la cual un ácido graso se une a un alcohol,
mediante un enlace covalente. De esta reacción se forma un éster, liberando
agua.
- Saponificación
Es una reacción en la cual un ácido graso se une a una base
dando una sal de ácido graso, liberando una molécula de agua.
- Antioxidación
Es una reacción en la cual se oxida un ácido graso
insaturado.
Para qué sirven los lípidos
Conocer cuales son las propiedades tanto químicas como
físicas de los lípidos sirve para entender como actúan y como pueden ser
aprovechadas por el organismo de acuerdo al tipo de ácido graso que se trate. A
continuación encontrarás para que sirven algunos de los principales tipos de
lípidos.
- Omega 3 para el cerebro. Si quieres evitar el deterioro cognitivo, debes asegurarte de incluir en tu dieta un aporte adecuado de ácidos grasos Omega 3, ya que estos son imprescindibles para el buen funcionamiento cerebral.
- Omega 7 para el síndrome metabólico. En cambio, los Omega 7 son muy buenos en caso que padezcas de síndrome metabólico. En el enlace anterior, encontrarás cómo estos ácidos grasos te pueden ayudar a combatir o aliviar los principales síntomas de este síndrome.
- Grasas saturadas para la diabetes. ¿Estás convencid@ que las grasas saturadas son malísimas? Quizás no sea tan así. De hecho, recientes estudios darían cuenta de sus beneficios en caso que sufras diabetes. Sí aunque te parezca increíble, ellas también pueden ser buenas para tu salud. Descubre cómo.
- Colesterol para el organismo. Por último, es hora de revalorizar al tan vapuleado colesterol. No sólo es necesario para el cerebro, sino que además, se requiere para la síntesis de muchas hormonas que el cuerpo elabora a partir de él. Recuerda que también forma parte de las membranas celulares y que se requiere tanto para elaborar las sales biliares, como para sintetizar vitamina D.
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